Enamorado de sus prestigiosos relojes automáticos, Sandro Colarieti imagina para ellos una caja motorizada que garantiza una cuerda perpetua. Esta idea innovadora, dictada por su pasión por la relojería y la mecánica, nunca dejó de evolucionar.

Desde 1989, al inicio de su nueva actividad, Sandro Colarieti decidió evolucionar las cajas que creaba para guardar sus relojes produciendo una pequeña serie de rotores para él y sus amigos. Su objetivo: simular los movimientos naturales de la muñeca para mantener sus relojes en hora.

Mejoramos constantemente nuestros productos colaborando con los artesanos más experimentados y utilizando los mejores materiales.
 
Nuestra última generación de mecanismos ofrece características técnicas únicas en cuanto a fiabilidad y rendimiento.
 
Para que nunca haya riesgo para el funcionamiento de su reloj, nuestros cargadores de relojes realizan 1.900 revoluciones por día, o mejor dicho, 950 revoluciones en cada dirección.